Una foto vale más que mil palabras

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero yo diría que ésta vale al menos dos mil.

Sí, soy parcial, la que aparece en la foto es mi hija Lucy. Sin embargo, permítanme explicar con palabras por qué esta imagen es poderosa, ya que captura perfectamente el espíritu de nuestro programa de educación ambiental “Mujeres Comprometidas con la Tierra” en Finca Cántaros.

El programa está abierto a niñas y mujeres de todas las edades, quienes están invitadas a venir exactamente como son a un espacio divertido y educativo donde pueden aprender sobre nuestro mundo maravillosamente biodiverso y participar en actividades prácticas de gestión ambiental.

Lucy tiene dos años, lo que la convierte en la participante más joven del programa. Nunca eres demasiado joven ni demasiado mayor para ensuciarte las manos con tierra, trabajando en el vivero de árboles, o con pintura, trabajando en uno de nuestros proyectos de arte ambiental.

Lucy fue a trabajar tal como era, y resultó que ese día llevaba un tutú y unas botas de goma. Puede que no sea el atuendo típico de un trabajador de un vivero, pero ¿quién dice que hay que adaptarse a las normas sociales? Personalmente, siempre me ha parecido extraño que nuestra sociedad esté apegada a ciertos estereotipos sobre cómo “debería” vestirse alguien que trabaja en conservación, pero eso podría ser el tema de un blog entero, así que no me desviaré del tema.

Finalmente, Lucy está regando una especie de roble amenazada llamada Roble Blanco (Quercus insignis), una actividad divertida, educativa y que contribuye a la conservación. Bajo el cuidado de Lucy y las demás participantes de “Mujeres Comprometidas con la Tierra”, este pequeño retoño está destinado a convertirse en un gran roble en uno de nuestros proyectos de restauración forestal.

Si desea ayudar a que más niñas y mujeres participen en estos proyectos, estamos recaudando un fondo especial para ayudar a cubrir los gastos de transporte de aquellas interesadas en participar. A menudo nos dicen que el transporte es la principal barrera y Finca Cántaros se compromete a escuchar a la comunidad y hacer todo lo posible para responder a sus necesidades.